El activista brasileño Thiago Ávila, quien fue capturado por Israel mientras intentaba proporcionar asistencia humanitaria al pueblo palestino de la Franja de Gaza en la misión la Flotilla de la Libertad, continúa en prisión en el país de Medio Oriente tras oponerse a firmar los documentos para su deportación.

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Tanto Ávila como los 11 voluntarios que lo acompañaban en la misión a bordo del velero Madleen fueron interceptados por la marina israelí el pasado domingo en aguas internacionales.

La negativa de Ávila se debió a la falta de información sobre los demás de la tripulación, entre los cuales se encontraba la activista ambiental Greta Thunberg, quien, tras ser detenida, fue trasladada a Tel Aviv y luego tomó un vuelo hacia Francia.

La postura adoptada por Ávila le ha acarreado la necesidad de esperar una audiencia judicial relacionada con los cargos de deportación involuntaria. Además, se ha informado que él no fue el único que se opuso a firmar la documentación para abandonar Israel, aunque las autoridades no han especificado el número exacto de tripulantes que también rechazaron la deportación.

Cinco ciudadanos ses decidieron no abandonar el lugar, según lo declarado por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, quien afirmó que «su posible expulsión dependerá de la decisión del juez israelí en los próximos días».

La detención de los voluntarios ha generado una condena generalizada y ha puesto de manifiesto las restricciones impuestas por Israel al humanitario a Gaza. En este contexto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil (MRE) exigió la liberación inmediata de todos los activistas detenidos, recordando las obligaciones internacionales pertinentes.

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